Los Talas tienen la esencia del siglo pasado pegada en las paredes, los árboles y hasta en la caprichosa sinfonía de los pájaros que trinan sin el más mínimo acorde de preocupación. En la cocina, las paredes son de adobe. La construcción es de 1824. Tiene una puerta esquinera de madera sobre la que hace sombra una parra con nido de torcaza y faroles en los ángulos
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